Los libros de Peralta Romero

José Rafael Lantigua

El narrador Rafael Peralta Romero reedita cuatro de sus obras, dos libros de cuentos y dos novelas. Surgidos casi a finales de los setenta como autor de poemas infantiles, Peralta Romero hizo que se pusiera atención a su producción narrativa cuando publicó Punto por Punto, un magnífico libro de cuentos que vio la luz en 1983, hace veinte años, y que fue uno de los primeros libros comentados en Biblioteca. Desde entonces, todos los libros narrativos (ha publicado cuatro poemarios, dos de ellos infantiles) han logrado la reedición. El mencionado Punto por Punto tiene tres, y ahora reedita los cuentos de Diablo Azul (el segundo), la novela Residuos de Sombra (el tercero), la novela Los Tres Entierros de Dino Bidal (el segundo) y Cuentos de Visiones y Delirios (en su segunda edición).

Los lectores tienen la oportunidad de conocer la interesante narrativa de este creador fictivo cuya incesante labor literaria ha merecido la atención crítica de Giovanni di Pietro, el psiquiatra César Mella y el narrador Avelino Stanley, entre otros.

Peralta Romero es un escritor cuya fuerza narrativa se encuentra en la manera cómo enfrenta el hecho fictivo asumiendo dos variables fijas: sencillez en los trazos lingüísticos y manejo certero y dinámico del tren argumental. Esto permite que el lector que asume sus textos puede seguir sus curvas y recovecos con imaginable interés, que apreciará todavía más cuando arribe a los clímax de las historias, manejadas con destreza narrativa que desbroza todos los instantes de las tramas con particular dominio de las formas y del hecho narrado.

Narrador exquisito, en los cuatro libros reeditados se manifiesta un trabajo literario de impronta distintiva que merece el crédito del reconocimiento. En sus cuentos hay vitalidad argumental bajo recreaciones realistas de firme contenido. En sus novelas, el autor de narrativa corta, se sumerge en la narrativa larga con un dominio preciso del acontecer narrado, quizá con los mismos haberes del cuentista, pero sin duda alguna con una expresa —y muy propia— disposición a manejar la trama creándole la expectación necesaria que haga viable su contenido. Debe decirse: hay aspectos en estas novelas totalmente novedosos, especialmente en lo referente al manejo de las historias, por lo que el lector debe atender estos textos con especial interés en la seguridad de que se enfrenta a la creación de un narrador viripotente, sensible, sagaz, con un muy particular dominio del oficio.

José Rafael Lantigua,

20 de abril de 2003

Listín Diario. Sección Biblioteca


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